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Mamá ser voluntario sí vale la pena


Creo que a todos nos ha pasado: esos diálogos interminables con nuestros padres para convencerlos de que un voluntariado es una experiencia única, retadora y segura, y que siempre terminen con un simple no.

Aprende qué decirle a tus padres para demostrarles que se equivocan.Aprende qué decirle a tus padres para demostrarles que se equivocan.

No importa cuánto tratamos de explicarles, ellos siempre tendrán ese miedo por dentro, dudas sobre dónde vas a quedarte o con qué tipo de personas vas a tratar y si el lugar en donde trabajarás es peligroso.

Ser un voluntario vale la pena, es el primer paso para saber qué responder, ya que con esa decisión de tomar un intercambio hacia un proyecto social estás aportando tu granito de arena en tratar de hacer al mundo mejor.

Ayudar a tus padres a reconer eso es lo que debes hacer.No hay mayor satisfacción que dentro de tus capacidades puedas influenciar de tal manera que cambias la vida de otras personas. Ayudar a tus padres a reconer eso es lo que debes hacer.

¿Y siempre seguirán preocupándose tanto?

Claro. Al menos durante tu intercambio, ellos se preocuparán por el más mínimo detalle de lo que vivirás y cómo lo harás. Durante tu vida te han advertido de tantas cosas que no debes hacer que seguro harás al ser voluntario, pero descubrirás que no tiene nada de malo. 

Tus padres te habrán dicho hace un tiempo “no hables con extraños” pero en tu experiencia hablar con extraños es la mejor manera de conocer la cultura de ese país, interesarse en las realidades en las que viven y cómo se diferencian a lo que vives a diario en tu país.

A algunos les habrán dicho que “no comas cosas que no conozcas, te puede hacer daño” o hasta “no te quedes afuera hasta muy tarde” y verás cómo les explicarás por teléfono o videollamadas que estás con personas que te van a cuidar.

Desde pasando tiempo con la familia que te hospeda, conociendo sus platos típicos y compartiendo alguna tradición, como con tus compañeros de proyecto descubriendo más de esa nueva ciudad. Todos están ahí por un mismo fin, ser parte de tu experiencia, y no estarás sólo durante estas semanas.

Esos extraños que te ayudarán a desarrollar tu proyecto, las personas en tu ONG, tus compañeros, los miembros de AIESEC, al final formarán parte clave del viaje.Esos extraños que te ayudarán a desarrollar tu proyecto, las personas en tu ONG, tus compañeros, los miembros de AIESEC, al final formarán parte clave del viaje.

Al final del día, la experiencia se trata de disfrutarla enteramente, hacer cosas que jamás pensaste que fueran posibles mientras trabajas por mejorar la situación en la que viven esas personas que intentas impactar.

Ya puedes convencer a tus padres de lo valioso que es ser parte de un intercambio y asegurarles que estarás bien. Por qué no intentas aportar tú también tu granito de arena? Realiza un intercambio entrando aquí.