Estuve en AIESEC por casi tres años, viviendo diferentes experiencias en diferentes puestos de liderazgo y con personas de distinta ciudad e incluso países. Aprendí lo que jamás pensé aprender y viví lo que jamás pensé vivir a mis cortos años, y crecí muchísimo. 

Es difícil seleccionar tres lecciones que AIESEC me enseñó pero en definitiva estas lecciones me ayudaron a crecer, conocer más de mi y de alguna forma marcaron en mi vida. 

1. El miedo es tu peor amigo:

AIESEC siempre te saca de tu zona de confort. Para mi siempre fue tan duro salir de lo "único" que pensaba que era buena, no probaba más allá de mis límites porque tenía miedo a fracasar, nunca intentada dar mi opinión sincera porque tenía miedo de estar equivocada y fallar. Dentro de la organización empezar a apartarme de mis miedos e inseguridades, a hablar en voz alta, a salir de mi zona de confort y sobre todo a arriesgarme. 

2. La procastinación no debe existir en tu vida:

Procastinar te quita tiempo, te roba hora de sueños y hace que el estrés aumente más. Dentro de AIESEC aprendí a decirle no a la procastinación, a equilibrar mis tiempos y respetar mis horarios. Gracias a ello no solo cumplía con lo que debía, si no lo hacía bien y no dejaba nada a medias. 

3. La experiencia cultural, es lo mejor:

Durante tres años que duré dentro de la organización ¡conocí a personas increíbles! No sólo ganaba un amigo extranjero más, también aprendía de su cultura sin mucha necesidad de salir de mi casa, o del país. Y puedo estar segura, que tengo amigos que me esperan con los brazos abiertos sea en Latinoamerica, sea en Europa o sea en Asia. 

No esperes más y únete a la organización para vivir tu propia historia AIESECa