Probablemente habrás escuchado ya que el mundo está en una crisis medioambiental, que ciudades tan grandes como Pekín (China) están en alerta roja por contaminación y que numerosas especies de fauna y flora están en vía de extinción en gran parte por esto. A la vez que suena alarmante, también suena lejano, ¿verdad? Pareciera que no te tocara, pero lo hace. El hecho de que los días sean más calurosos que hace un par de años, que el nivel del mar haya aumentado e incluso cosas tan banales como que no puedas ver a plena luz del día la ciudad entera desde lo alto por culpa de la humareda, prueba que la contaminación también es cosa tuya.

Los cambios grandes y transformadores se dan a partir de la suma de muchos cambios pequeños. En particular, el tema de la contaminación medioambiental, si bien el daño es irreversible, los efectos pueden detenerse con unos ínfimos cambios de hábito. Aquí te traemos 5 acciones para ayudar al cambio climático:

• Evita usar pitillos (pajitas o sorbetes). Comenzamos con algo tan banal como esto. Los encuentras en restaurantes, cines, en todas partes. Además de que no son biodegradables, los usas una vez y los desechas (¡imagina cuántos has usado ya en tu vida, seguro que si los contaras harían una montaña! ¡Y eso que solo son los tuyos!), se estima que el 90% de las aves marinas, ballenas, delfines y algunas especies e tortugas han ingerido plástico, incluyendo pitillos… Toma del vaso mejor, ¿no?

• Usa bombillas LED. Este punto te va a gustar porque no solo ayudas al medio ambiente, sino que ahorras un poco de dinero. Estas bombillas duran mucho más que las tradicionales, incluyendo las fluorescentes. Consumen además poca energía sin alterar la cantidad de luz que proporcionan.

Fuente: metalyluz.com

• No uses ambientadores. Antes de que te dé un infarto, te diré por qué. Los ambientadores no eliminan realmente los malos olores, sino que desprenden otros más fuertes que impiden detectar los primeros. Imagínate ahora un baño con mil olores y partículas tóxicas por doquier. Cerciórate que estos productos sean realmente ecológicos, biodegradables y libres de químicos agresivos, mejor si son naturales… ¡O no uses nada! ¡Total los olores corporales –malos o ricos- son normales!

Fuente: twenergy.com

• No consumas comida chatarra. ¿Qué tiene que ver con este tema la alimentación? TODO. Además de que suelen contener muchos aditivos y conservantes, y en general es mala para tu salud, también viene sobreempaquetada. Montañas de plástico y poliestireno expandido (corcho blanco o icopor) es lo que dejan este tipo de alimentos. Trata de consumir tus alimentos frescos, poco o nada procesados, aprovechando la producción local. Los productos no son mejores porque estén envueltos en plástico o vengan de otro país…

Fuente: es.123rf.com

• Reduce tus emisiones de CO2. Me refiero específicamente al transporte. ¿Sabes cómo movilizarte sosteniblemente? Camina o anda en bicicleta (que no sea a motor). A parte de que te ejercitas y mejoras notablemente tu salud, ayudas a medio ambiente. Si las distancias son demasiado largas para estas dos técnicas, aprovecha el transporte público, y si definitivamente necesitas usar carro, ¡compártelo con tus compañeros o vecinos! Ahora le dicen ‘Carpool’, para que estén en onda.

Fuente: pedagogiaymedioambiente.blogspot.com

Este es el momento en el que te das cuenta de que TODO ESTO es fácil de hacer y está al alcance de tus manos y tus posibilidades. ¿Qué esperas? ¡Cuida tú también el planeta tierra!