Siempre hay algo de temor y de expectativa a la hora de viajar, especialmente a la hora de viajar solo. Es difícil llegar a un lugar con una cultura y con costumbres diferentes. Es más difícil aún convivir con personas a las que no habías visto jamás en tu vida. Verónica Sánchez, quien hizo un voluntariado internacional en Colombia, te quiere contar por qué salir de tu zona de confort y elegir este maravilloso país.
En la ciudad de Medellin con la los voluntarios de la fundación Juguemos en el Bosque en la Casa de Niña María | Fuente: Verónica Sánchez
Verónica es de Ambato, Ecuador, y como muchos, añoraba las nuevas experiencias. El 26 de agosto de 2014, al llegar a la ciudad de Medellín, Colombia, su vida tomó un giro inesperado. Vino a trabajar como voluntaria en la Casa de Niña María, un hogar en las comunas de la ciudad que acogen a niñas para brindarles un hogar y educación, pero fue el inicio de una increíble aventura. “Medellín es una ciudad muy hermosa. Me llamó mucho la atención porque la gente es muy amable, muy cariñosos, siempre muy atentos. Es una ciudad llena de árboles, un clima muy bueno. Todo súper bonito”, explica Verónica.
¡Su travesía por Colombia, y en particular por Medellín, fue tan exquisita como su comida! “Los deditos de queso me encantaron, y el desayuno paisa, que consistía en leche con chocolate, arepa y encima de ella queso, también. Muy rico.”, cuenta. Además, se llevó los mejores recuerdos de su Host Family: “A Lau la consideraba como una hermana y su mamá era súper linda, yo me sentía como en mi casa. Siempre me apoyaban en todo y les gustaba que les contara lo que hacía cada día.”
Medellín no fue el único lugar que Verónica conoció, también visitó Guatapé, Bogotá, Sincelejo y Cartagena. “Lo mejor de viajar a otro país es quitarse los paradigmas que te enseñan desde pequeña de tu propio país sobre un lugar que está en Latinoamérica. Es quitarte todos esos estereotipos, es conocer otra gente, es salir de tu zona de confort. Eso lo que aprendí también en AIESEC, salir de tu zona de confort. Conocer también lugares increíbles que te pueden encantar, saber que hay personas increíbles en otras partes del mundo y que tienen tu misma forma de pensar, que puedes compartir ideales y culturas.”, explica Verónica.
“Yo recomendaría mucho Colombia porque es un país muy tropical, me encanta la alegría de la gente, me gusta mucho el baile o como dicen ellos, la rumba”. ¿Te atreves a enamorarte también de Colombia?