Puede que estés acostumbrado a celebrar Halloween y disfrazarte para fiestas el 31 de octubre, pero en México este día se celebra de una forma original que queremos compartírte: El Día de los Muertos. ¿Qué conoces de esta fiesta?
El Día de los Muertos se considera como una de las celebraciones más representativas de la cultura mexicana. Se lleva a cabo en dos días: el 1ero de noviembre, dedicado a las almas de los niños, y el 2 de noviembre, para los adultos. ¿Qué significa esto? ¡Nunca eres demasiado viejo para celebrarlo!
La creencia popular es que las almas de nuestros seres queridos regresan de la ultratumba en este día, es por esto que se realizan una serie de actividades y ofrendas para darles la bienvenida. De manera que se tiende a colocar de ofrenda su comida y bebida favorita, juguetes, fruta, calaveritas de dulce, fotografías y coloridas flores, entre otros.
Fuente:Vive Maravatío
Otra parte importantísima de esta celebración implica ir a los cementerios. Generalmente moriríamos de miedo, ¿verdad? ¡Pues no en México! Ya sea de día o de noche, las familias acuden con velas y las ponen sobre las tumbas y los senderos para iluminar el camino de las almas de sus seres queridos de regreso a casa. ¡Algunos incluso duermen allí y hasta contratan grupos musicales! El punto de esta celebración es recibir la muerte no con tristeza, sino con alegría. Alegría por compartir con sus seres queridos, vivos o muertos.
Fuente: Tino Soriano
¿Recuerdas la famosa Catrina? Pues se trata de una calavera vestida de dama de alta sociedad, como muestra de la presencia de la muerte en la cotidianidad de todos. Hasta con la comida se celebra el Día de los Muertos. El “pan de muertos”, por ejemplo, es un pan redondo, cubierto de azúcar blanca o roja y tiras encima que simulan huesitos. ¿Y sabes qué es lo mejor de esto? ¡Que es delicioso!
Así que este fin de octubre-comienzo de noviembre, olvídate de celebrar Halloween con el popular “trick-or-treat”, y disfruta de la cultura mexicana preguntando en Día de los Muertos preguntando, “¿me da mi calaverita?”.
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