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Mi cambio de personalidad

Mi viaje comienza un lunes cerca de la navidad, era el último en llegar de mi grupo no había podido llegar antes por compromisos familiares. Fue ese día en que todos me recibieron contentos y con anhelos de conocerme y socializar. Ese mismo día comenzó esa conexión con todos ellos; me costó un poco ya que no estaba acostumbrado pero eso no fue impedimento en poder desarrollar una amistad más que una amistad una familia guatemalteca.

 Mis primeras semanas estuvieron llenas de retos y problemas. Mi proyecto consistía en desarrollar proyectos auto sostenibles en comunidades rurales por lo cual, demandaba mucho esfuerzo y dedicación pero eso no nos importaba ni a mí, ni al equipo.

 Al llegar a ese hermoso lugar se podía  sentir el calor de las personas agradecidas con el trabajo que desarrollábamos pero no sólo eso, sino la hermosa vista que podías tener del bello distrito Villa Nueva.

 Me maravillaba el poder observar como el atardecer se vuelve noche, como las hermosas nubes cubren esos cráteres de lava y agua, como la niebla cubre los techos de casas, como la temperatura baja y como las personas te saludan y te brindan su apoyo.

 Al final, tuve la oportunidad de poder trabajar con un equipo llamado el equipo de Tablón, ya que así se llama la comunidad donde desarrollamos el proyecto. Sin embargo, nosotros nos llamábamos la familia de Tablón, ya que aunque éramos de distintas nacionalidades (Colombia, Nicaragua, Perú y Panamá) teníamos claro por qué estábamos en Guatemala.

Antes de tomar este voluntariado, era una persona temerosa, no me atrevía a nada y todo me daba miedo.  Agradezco a AIESEC  y a Guatemala, porque me cambió la vida.

GRACIAS AIESEC, gracias por permitirme poder tener esa experiencia de cambiar mi vida y ser lo que soy hoy una persona diferente.


Ricardo González

Voluntario y miembro de AIESEC en Panamá